Las vitaminas y minerales son esenciales para nuestra supervivencia.
Entre las muchas vitaminas de las que la mayoría de nosotros no estamos obteniendo diariamente se encuentran las vitaminas D3 y K2.
Fundamentos de la Vitamina D3
La vitamina D es principalmente conocida por construir huesos. Sin embargo, los niveles saludables de vitamina D3 también pueden ayudar a respaldar tu estado de ánimo, mejorar la función cerebral y, en general, mejorar tu bienestar.
A veces denominada la vitamina del sol, la vitamina D3 promueve las acciones de la serotonina, la dopamina y otros neurotransmisores clave del cerebro. Está involucrada en la regulación saludable de miles de genes humanos y es crucial para un sistema inmunológico fuerte.
Después de ser producida en la piel como vitamina D3 (colecalciferol), se convierte por el hígado y el riñón en una hormona (calcitriol) que tiene receptores en prácticamente todos nuestros tejidos. La D3 es tan importante para la función cerebral que sus receptores están distribuidos por todo el cerebro. Esta potente hormona también ayuda a regular el corazón, la circulación, el intestino, el hígado, el páncreas, el sistema inmunológico y otros sistemas de órganos.
La vitamina D3 es fundamental para un embarazo saludable. También desempeña un papel crítico en el desarrollo temprano del cerebro, su mantenimiento continuo y sus funciones que subyacen al estado de ánimo saludable y la cognición básica, como el aprendizaje y la formación de recuerdos.
Fundamentos de la Vitamina K2
Las acciones positivas de la vitamina K para el cerebro y el cuerpo a menudo se subestiman. La vitamina K2, como menaquinona-7 (MK-7), es mucho más activa que la vitamina K1. La K2 activa proteínas cerebrales que no solo ayudan a controlar el potencial del calcio, sino que también respaldan la maduración celular cerebral, la supervivencia y la conducción eléctrica.
Fuera del cerebro, el calcio no controlado puede formar depósitos pétreos en las válvulas cardíacas, las grandes arterias y en otros lugares del cuerpo. Las proteínas que activan la vitamina K2 ayudan a dirigir el calcio lejos del cerebro, el corazón, los vasos sanguíneos y otros tejidos blandos, y hacia el hueso, los dientes y las uñas que lo necesitan. La K2 también es esencial para los procesos de coagulación necesarios para una cicatrización de heridas saludable.
MEJOR JUNTAS: BENEFICIOS DE VITAMINA K2 + D3
Cuando se combina con vitamina K2, la vitamina D3 ayuda a mover el calcio hacia tus huesos (donde más se necesita), lo que evita que se formen depósitos en tus arterias y vasos sanguíneos.
Un ensayo controlado aleatorio realizado con mujeres posmenopáusicas que sufrían de huesos débiles y frágiles encontró que después de 2 años de suplementación con vitamina D3, vitamina K2, o ambas, las mujeres que recibieron tanto vitamina D3 como K2 experimentaron una mejor densidad mineral ósea en comparación con los otros grupos que tomaron solo vitamina D3 o vitamina K2.
A partir de esta y otras investigaciones, parece que las vitaminas D3 y K2 pueden proporcionar un beneficio mayor juntas que lo que cada nutriente ofrece individualmente.